Cuando hablamos de relación a distancia, tendemos a asociarla a la amorosa y romántica. No obstante, hoy me refiero a las relaciones a nivel familiar y de amistad, entendidas como vínculos que nos proporcionan seguridad y confianza.
Dentro de este aislamiento repentino que hemos sufrido a nivel global, se plantean dos puntos para tener en cuenta en el mundo de las relaciones interpersonales.
Diferentes mundos de convivencia
Por un lado, las personas con las que estemos conviviendo este periodo, ya sean familiares o compañeros de piso van a verse afectadas. Tendremos un mayor número de interacciones a lo largo del día de las que estamos acostumbrados. Esto va a cambiar el estilo de relación. Diversos autores apuntan que estamos en punto de inflexión, en el que parece haber una tregua entre los conflictos y la tendencia es apaciguar los conflictos dentro de los hogares. Esto viene a indicar cambios a nivel emocional y de comportamiento.Así también se recomienda, tener tiempo para uno mismo, en una habitación aislada o en el mismo espacio. Esto no puede dejar de recordarme al juego paralelo que realizan los bebés en las guarderías, que, aunque no cooperen entre ellos en el juego, mejora su relación. Pone al límite nuestro ingenio e imaginación.
Por otro lado, las relaciones con las personas de nuestro círculo familiar o de iguales se ha visto obligada a trasladarse al campo virtual. Los más jóvenes están acercando a los más mayores a las tecnologías. Creo que las pautas a seguir con nuestros mayores son obvias, necesitan contacto, pero no sólo ellos, también nuestros amigos familiares y nosotros mismos. Las llamadas, videollamadas y juegos online facilitan que nuestros lazos sigan fuertes, y los necesitamos.
¿ Cómo mantener una relación a distancia?
Este panorama, aunque a algunos les venga de nuevas ya estaba presente en muchas familias, Los trabajos y/ o en el extranjero y las becas erasmus entre otras, han sido en los últimos años una prueba piloto de las relaciones en el confinamiento. La relación a distancia no necesariamente se enfría, sino que los estudios apuntan a un doble filo en las redes sociales.La parte positiva, es la que actualmente nos machacan los medios, en los anuncios publicitarios y, prácticamente, en cualquier lugar donde miremos, y no es ni más ni menos que la capacidad de las redes de mantenernos unidos .Nos acercan y mantienen viva la rama social del individuo que necesitamos para sobrevivir.
La parte negativa, es una interferencia en la construcción del yo. En estudios como el de Asensio, N en 2019 realizado en población adolescente, el uso de redes sociales puede dispersar la frontera entre nuestro rol dentro de la red social y nuestro yo. Es decir, entre lo que juegas a ser y lo que eres. Esto se consigue con el anonimato, sumado ahora al asilamiento. Estos aspectos se vinculan a casos de depresión, adicciones y a falta de seguridad dentro de la vida privada.
Aunque el tema de las redes sociales es suficientemente amplio para ser tratado aparte, en estos momentos se requiere un uso de estas con conocimiento y responsabilidad. De su uso depende la salud de las relaciones en el momento actual y, por consiguiente, de la salud mental de muchas personas. Tanto para bien como para mal.
“¿ Sabes lo que hace que desaparezca de la cárcel? Cada afecto genuino y profundo. Ser amigo, hermano, amante , es lo que nos libera de la prisión. Sin estos afectos uno está muerto. Pero cada vez que se reviven estos afectos la vida renace.” ( Vinent VanGogh)
“ Desde entonces quedaron vinculados por un afecto serio, pero sin el desorden del amor” (Gabriel García Marquez)
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